Proveen productos y servicios educativos capaces de cumplir con los requisitos de alumnos, académicos, personal y otros beneficiarios como son los padres de familia, la sociedad y otras empresas educativas con las que se generen acuerdos de colaboración.

Es aplicable a cualquier institución educativa, desde aquellas que proporcionan educación inicial hasta estudios de postgrado, incluyendo también a los centros de formación que imparten cursos de idiomas, regularización, oficios, etc.; además de la educación a distancia. El estándar promueve la adopción de un enfoque basado en procesos para mejorar el aprendizaje, considerando la identificación de los indicadores de gestión con los que se deben realizar la evaluación y el análisis del desempeño de la empresa educativa, así como su eficacia.